¿Tienes pensado visitar la ciudad de Pátzcuaro? Estos son los lugares que no te puedes perder en tu visita:
Plaza Vasco de Quiroga es la más importante de la ciudad y donde se encuentra una estatua del obispo defensor de los pueblos así como una serie de edificios señoriales e históricos.
Plaza Gertrudis Bocanegra o Antigua Plaza de San Agustín ideal para comprar artesanías o probar las delicias estatales pues a su alrededor cuenta con dos mercados populares que ofertan dichos productos.
Casa de los 11 Patios o ex Convento de las Monjas Dominicas de Santa Catarina data de 1742 cuando esta orden se estableció en la ciudad y aunque en realidad sólo tiene cinco, se le consideran seis más por los edificios que se encontraban antiguamente a su alrededor.
Basílica de Nuestra Señora de la Salud y Antiguo Colegio San Nicolás ambos son testigos de la importancia que tuvo el primer obispo de Michoacán, Don Vasco de Quiroga, pues él mismo la mandó a construir para convertirla en la catedral del estado.
Lago de Pátzcuaro e Isla de Janitzio
Si te gusta el cine recordarás la película Maclovia filmada en este lugar y que narra el amor entre una bella indígena del mismo nombre (María Félix) y José María (Pedro Armendáriz), el cual es amenazado por la brutal pasión que siente el sargento De la Garza (Carlos López Moctezuma) hacia ella.
Hoy a más de 50 años, este hermoso paraje sigue siendo conocido no sólo por su celebración del Día de Muertos, sino por la labor diaria de sus pescadores que utilizan redes mariposa para atrapar al no menos popular pescado blanco, un deleite al paladar que se prepara capeado y acompañado con jitomate, cebolla y arroz.
Lago de Zirahuén
Con la misma belleza de su homólogo en Pátzcuaro, el lago de Zirahuén tiene además la ventaja de estar completamente rodeado de bosques de pino y encino y presumir de una increíble tierra rojiza y aguas de azul profundo que le dan un aire fresco e idóneo para practicar ecoturismo.
Alrededores de Pátzcuaro: Santa Clara del Cobre
Llegar a este otro Pueblo Mágico es dejarte seducir por el rítmico martillar que sale de sus talleres artesanales donde los maestros dan forma y esculpen las más increíbles piezas provenientes de incandescentes bloques que en unos cuantos segundos, pasan de ser objetos amorfos a todo tipo de artículos que va desde joyería hasta enormes y lujosas tinas de baño.
